Olvídese de los cócteles azucarados o los aditivos químicos: una nueva empresa llamada Voodoo Scientific apunta a una experiencia de bebida más suave al apuntar a la fuente misma de ese ardor ardiente que asociamos con las bebidas espirituosas. No enmascaran la quemadura, sino que la eliminan por completo, y las implicaciones podrían ser profundas para cómo y qué bebemos.

La idea puede parecer mágica (después de todo, su nombre evoca un toque de vudú), pero la ciencia detrás de ella es fascinante. Durante siglos, los destiladores han luchado con la dureza inherente a muchas bebidas espirituosas. Si bien el whisky envejecido suaviza algunas asperezas, lograr una verdadera suavidad a menudo implica agregar edulcorantes o productos químicos para enmascarar la quemadura. Pero ¿qué pasaría si simplemente pudieras eliminar los compuestos que causan esa sensación desagradable?

Ese es precisamente el enfoque adoptado por Joana Montenegro y Martín Enríquez, el equipo formado por marido y mujer detrás de Voodoo Scientific. Durante los encierros de Covid, se embarcaron en un viaje científico inesperado para descifrar por qué arde el alcohol. Si bien la mayoría asume que el etanol es el culpable, su investigación reveló una verdad sorprendente: en realidad son los subproductos de la fermentación (pequeños compuestos expulsados ​​por la levadura envejecida) los que activan esos receptores dolorosos en la boca.

Piensa en estos como petardos microscópicos que estallan cada vez que tragas. Y debido a que se unen y liberan repetidamente, esa sensación de ardor persiste sorbo tras sorbo. A diferencia de las técnicas tradicionales para enmascarar el dulzor o el amargor, este enfoque exigía una solución completamente nueva.

Introduzca las enzimas: pequeños catalizadores biológicos. Voodoo Scientific descubrió deshidrogenasas específicas, que se encuentran naturalmente en la levadura, capaces de convertir estos compuestos ardientes en ácidos orgánicos inofensivos durante la fermentación misma. Es como tener un sistema interno de desintoxicación del alcohol.

¿El resultado? Un licor más suave y limpio sin recurrir a aditivos de los que los consumidores cada vez desconfían más. Pete Barger, director ejecutivo de Southern Distilling Company, lo llama “un soplo de aire fresco” en una industria tradicionalmente de lento movimiento. Él visualiza Viriato, el producto enzimático de Voodoo Scientific, como una poderosa herramienta para que los destiladores exploren nuevos perfiles de sabor y reduzcan la dependencia de agentes enmascarantes, lo que en última instancia conducirá a bebidas espirituosas más transparentes y matizadas.

¿Pero hay desventajas? A algunos expertos les preocupa que eliminar la quemadura pueda conducir a un consumo excesivo, eliminando un elemento disuasorio natural contra el consumo excesivo de alcohol. Otros señalan que enmascarar el alcohol con azúcar o glicerina ya es algo común, lo que implica que eliminar la quemadura no necesariamente resuelve la raíz del problema del consumo responsable.

En última instancia, Viriato promete un enfoque más refinado y quizás incluso revolucionario para la producción de bebidas espirituosas. Queda por ver si esta experiencia más fluida se traduce en un mejor sabor y, en última instancia, si los consumidores la aceptan. Lo que está claro es que Voodoo Scientific ha interrumpido la antigua búsqueda de un alcohol suave al aventurarse más allá de los métodos tradicionales y aprovechar el poder de la naturaleza misma.